Mitigar el riesgo en la demanda de infraestructuras para VE
A medida que aumenta la demanda de vehículos eléctricos, crece también la necesidad de infraestructuras para este tipo de vehículos. Un reciente artículo de McKinsey & Company afirma: "En los mercados emergentes de VE, observamos tres retos típicos: (1) paridad en el coste total de propiedad (TCO), que está estrechamente ligado al entorno normativo; (2) disponibilidad de modelos OEM y preparación de la cadena de suministro; y (3) masa crítica en la infraestructura de recarga". Esta afirmación ha demostrado ser cierta, ya que la infraestructura de recarga se ha convertido en un tema de conversación cada vez más frecuente en todo el mundo.
Entre Norteamérica, Europa y Asia, la demanda de infraestructuras para VE ha aumentado sustancialmente, todos con el objetivo final de incrementarlas para 2030. El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha prometido 500.000 puntos de recarga para vehículos eléctricos de aquí a 2030, incluido un puerto cada 80 km de carretera interestatal (que tiene 160.000 km de longitud). Eso equivale a 3.200 puntos de recarga sólo en las interestatales estadounidenses. Y no sólo eso, sino que cada una de esas 3.200 estaciones necesitará un mínimo de diez opciones de cargadores, al igual que una gasolinera. Además, el gobierno del Reino Unido ha prometido 1.600 millones de libras para aumentar el número de cargadores en todo el país de aquí a 2030, incluidos 6.000 puertos en las autopistas de Inglaterra. Asia también está a la vanguardia del crecimiento de los vehículos eléctricos: se calcula que China albergará más del 40% de los vehículos eléctricos vendidos en todo el mundo en 2030. Esto, a su vez, requerirá que Asia haga lo propio con sus infraestructuras para apoyar el objetivo de China. Además, ninguno de estos objetivos incluye los cargadores necesarios para que los consumidores los coloquen en sus hogares. En resumen, está claro que la demanda de infraestructuras para VE es astronómica y no deja de crecer.
Dado que la demanda de VE está aumentando tanto, las empresas deben trabajar para predecir y mitigar los riesgos asociados a su crecimiento. Más allá de los típicos retos de abastecimiento y oferta y demanda, existen variables externas que pueden afectar a la producción para satisfacer esta demanda. Tener la capacidad de ver señales en el mercado para tomar mejores decisiones más rápidamente es un área clave para el éxito de esta iniciativa.
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